A la hora de desarrollar un trabajo es muy importante la fase de planificación.
Muchas veces nos encontramos con sorpresas desagradables cuando pensamos que un trabajo se encuentra ya en fase de finalización.
En PixelST tenemos una metodología que consiste en la realización de wareframes que deben ser aprobados por el cliente. Hasta que nos se tiene el ok del cliente, no se comienza el desarrollo del proyecto. Esta parte cubre la necesidades del diseño y la funcionalidad pero se queda corta a la hora del desarrollo.
En este caso, es necesario la realización de diagramas de casos de uso que el cliente debe validar para evitar esas desagradables reuniones de ‘yo pensaba que esto funcionaría de esta manera’ o los inacabables ‘ahora quiero que en lugar de esto…’
Puede que resulte más trabajo en un inicio, pero a la larga conseguiremos acotar las fases finales del desarrollo del trabajo.
Lo que está firmado es lo que se desarrolla y se entrega al cliente. Cualquier modificación de importancia deberá ser validada y estudiada de nuevo.
Al igual que un arquitecto nos debe presentar los planos de la casa que queremos construir, donde podremos hacer todas las modificaciones que estimemos y él deberá de nuevo plasmarlas en el plano, el desarrollo de una aplicación debe basarse en el mismo principio. Sobre los ‘planos’ iremos delimitando quienes son los actores y que acciones realizaran en la aplicación.
Sólo de esta manera nos aseguraremos un final satisfactorio y el esperado, tanto por el cliente, como por los desarrolladores.